Un Día de la Madre realista e inclusivo
En nuestra sociedad, el trastorno mental perinatal es sistemáticamente invisibilizado y minusvalorado. De ahí la importancia de recalcar este problema real este 6 de mayo, Día de la Madre en España.
Una de cada cinco mujeres experimentan algún tipo de trastorno del estado de ánimo o de ansiedad durante su embarazo y/o maternidad. Estas cifras contrastan con un discurso social predominante que idealiza la maternidad, dando a entender que sólo es posible sentir emociones positivas al respecto. Esto es lo que asociaciones y organizaciones de países de todo el mundo, incluida la MARES, defendemos y lo que nos motiva a conseguir que el primer miércoles de mayo de cada año sea oficialmente declarado Día Mundial de la Salud Mental Materna por parte de la Organización Mundial de la Salud.
En unas declaraciones para el diario El País, Isabel Echevarría, psicóloga perinatal, socia de MARES y del grupo de Psicología Perinatal del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid (COPM) expone la importancia de la salud mental materna, en tanto que “pilar necesario para el sano desarrollo y crecimiento de los hijos”. Nos habla también del estigmaque conduce a que la enfermedad mental materna se asocie al prejuicio de ser una “mala madre”, perpetuando la clandestinidad, la falta de tratamiento adecuado y los sentimientos de culpa, miedo y soledad en estas mujeres. Para Echevarría, los problemas de salud mental perinatal han aumentado en los últimos años. Parte de este incremento se debe a que al tener cada vez más conciencia de su existencia, el número de peticiones de ayuda y diagnósticos aumenta, pero también debido a que vivimos en una sociedad “difícilmente compatible con los ritmos biológicos del embarazo y la crianza, existiendo poca red de apoyo”.
Por su parte, Gabriela González, psicóloga perinatal y coordinadora del grupo de trabajo de Psicología Perinatal del COPM explica que el hecho de que muchas mujeres oculten o minimicen sus síntomas es comparable a “la relación que muchas de ellas tienen con su cuerpo, condicionada por modelos y expectativas sociales”. Una circunstancia a la que contribuyen las actitudes negativas del entorno, incapaz en muchas ocasiones de proporcionar el apoyo necesario y “siempre más pendiente de minimizar los problemas”.
Finalmente, el artículo recoge también la visión de Cristina Castaño, psicóloga perinatal y también miembro del grupo de trabajo previamente mencionado. Para ella está muy claro que no hablar del problema y dejar pasar el tiempo no lo hará desaparecer. Al contrario, “es importante nombrarlo para poder intervenir cuanto antes”. En este sentido, Castaño destaca la necesidad de “proporcionar un espacio a la mujer, acompañarla y apoyarla” para que pueda desempeñar su rol de madre del mejor modo posible. La falta de apoyo, señala, repercute tanto en la salud de la familia como en el establecimiento del vínculo con el bebé, “lo que puede afectar al desarrollo de sus capacidades cognitivas e incluso puede dar lugar a problemas de salud mental”.
Los hospitales con unidades Madre-Bebé posibilitan que las primeras puedan recibir tratamiento sin alterar o dificultar el establecimiento del vínculo. Como anunciamos hace unas semanas, este sistema, ya popular en países como Reino Unido, Francia o Australia se ha puesto en marcha, de forma pionera en el Hospital Clínico de Barcelona. Las tres psicólogas entrevistadas coinciden en que pese a este gran paso, la realidad es que en España aún no se presta suficiente atención a la salud mental perinatal. Castaño considera muy importante que la salud mental materna esté incluida de forma rutinaria como parte del seguimiento del embarazo, tanto en la atención primaria como en los hospitales. Echevarría por su parte apunta a la necesidad de crear más unidades de este tipo y continuar difundiendo una imagen real de la maternidad, además de destinar más fondos a formar profesionales en esta área.
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