El suicidio durante el embarazo y el posparto, ¿son estos los momentos más vulnerables?
El posparto se caracteriza por ser un período de mucha vulnerabilidad ante el desarrollo e intensificación de enfermedades psiquiátricas y la aparición de tentativas de suicidio. Los factores de riesgo que aumentan esta última conducta no son fácilmente identificables, por lo que es necesario desarrollar programas para identificar las necesidades de esta población y las circunstancias que puedan desencadenar intentos de suicidio.
La literatura disponible ya ha demostrado en repetidas ocasiones que el posparto es un período de mucha vulnerabilidad para el desarrollo e incremento de las enfermedades psiquiátricas. No obstante, generar evidencia que ayude a estimar el riesgo de suicidio durante el embarazo y posparto resulta más complicado.
El suicidio es un suceso más bien infrecuente, mientras que la ideación suicida es un pensamiento relativamente común entre las gestantes y mujeres que se encuentran en el posparto. Un estudio retrospectivo reciente llevado a cabo en Japón ha revisado registros médicos a fin de establecer la prevalencia de los intentos de suicidio durante el embarazo y posparto. En este estudio, los investigadores utilizaron la base de datos Diagnoses Procedure Combination, que incluye los pacientes japoneses que están recibiendo cuidados agudos.
En el estudio se incluyeron 3.286 mujeres (3,026 gestantes y 260 puérperas) con un trastorno psiquiátrico (según criterios de la ICD-10) y que estaban hospitalizadas. La revisión y análisis de los datos puso de manifiesto que 22 embarazadas y 16 puérperas habían realizado intentos de suicidio. La prevalencia de dichos intentos fue significativamente mayor en las mujeres que se encontraban en el posparto (6,2%) frente a la que representaban las embarazadas (0,7%). El perfil de las mujeres que realizaron más intentos se caracteriza por encontrarse en el posparto, tener más de 30 años y presentar un diagnóstico de depresión o psicosis. En cuanto al método utilizado para realizar el intento se observó que difería entre las gestantes y las puérperas; en las primeras es más común realizar cortes en la cara interior de la muñeca, mientras que en las segundas es más frecuente colgarse.
Por un lado, los hallazgos obtenidos a partir de este estudio son congruentes con la evidencia previa, la cual muestra que las ratios de intentos de suicidio y suicidio consumado son más altas en puérperas. El hecho de que el 6,2% de las puérperas con una enfermedad psiquiátrica realice intentos de suicido resulta ser un dato llamativo, ya que estas mismas son las que usan métodos más letales para consumar el suicidio. Por otro lado, la principal limitación del estudio radica en que no se incluyeron todas las gestantes y puérperas hospitalizadas, solamente se contó con las que presentaban una enfermedad psiquiátrica. Por lo tanto, este estudio no puede ofrecer una prevalencia precisa de los intentos de suicidio de mujeres que se encuentran en la etapa perinatal. De hecho, estos datos podrían estar infra estimando el número de mujeres que realizar una tentativa.
Este estudio pone de manifiesto que el posparto es un período en el que el riesgo a realizar tentativas suicidas se ve aumentado. Del mismo modo, los factores de riesgo ante esta conducta no son fácilmente identificables, lo que dificulta la tarea de identificar aquellas mujeres que tienen un mayor riesgo a realizar un intento de suicidio durante el posparto. No obstante, un estudio sueco propuso tener antecedentes familiares y personales de enfermedades psiquiátricas como el predictor más robusto para consumar el suicidio durante el posparto. Es más, otro estudio realizado en Dinamarca y que comparó mujeres con antecedentes de enfermedad psiquiátrica con mujeres sin antecedentes, concluyó que las mujeres con antecedentes de enfermedad psiquiátrica eran 300 veces más propensas a fallecer a causa de suicidio después del nacimiento del bebé.
Con toda la evidencia generada se puede afirmar que el suicidio en el posparto se puede prevenir. A pesar de toda la alarma que se ha generado a raíz de las alteraciones del estado de ánimo en la etapa perinatal, la gran mayoría de mujeres con una enfermedad psiquiátrica no recibe un tratamiento adecuado a sus síntomas. Por este motivo es extremadamente necesario desarrollar programas de monitoreo que contribuyan a identificar las necesidades de esta población y los factores de riesgo de la conducta suicida.