La Salud Mental Perinatal y el Síndrome de Ovarios Poli-quísticos, ¿relacionados?
Un estudio liderado por investigadoras de la Monash University (Australia) confirma que en las mujeres con Síndrome de Ovarios Poli-quísticos (SOP) la prevalencia de una peor salud mental perinatal es mayor. Del mismo modo, también tienen más probabilidad de desarrollar problemas de salud mental perinatal, concretamente en la etapa antenatal.
El estudio está llevado a cabo por diferentes profesionales de la Escuela de Medicina de la Monash University (Australia) e investigadoras de la misma universidad. La primera firmante es la endocrinóloga e investigadora Chau Thien Tay, quien junto a la Dra. Helena Teede, también endocrinóloga, y a la Dra. Jacqueline Boyle, ginecóloga y obstetra, lidera la investigación. A ellas se les unen la psiquiatra Jayashiri Kulkarni y la investigadora Anju Johan. Además, en el equipo responsable de la investigación se encuentra Deborah Lexton, abogada de la salud de las mujeres, de la University of Newcastle (Australia).
Los trastornos mentales perinatales son una de las morbilidades más frecuentes durante el embarazo, de hecho, 1 de cada 5 mujeres padecen alteraciones de salud mental en el posparto. Por ese motivo las tareas de cribado y posterior intervención en base a los resultados obtenidos, resultan ser especialmente relevantes y efectivas para prevenir los trastornos en esta etapa vital de las mujeres.
Además de los factores de riesgo ya conocidos que incrementan las posibilidades de desarrollar trastornos mentales en la etapa perinatal como los sociodemográficos, las complicaciones obstétricas o el uso de terapias de reproducción asistida, el SOP es otra variable que se asocia con alteraciones reproductivas, endocrinas, metabólicas y sobre la salud mental. En numerosos estudios se ha comprobado que la depresión, la ansiedad y los trastornos de la conducta alimentaria son prevalentes en mujeres con SOP. Al mismo tiempo son diversas las patologías orgánicas que el SOP puede acarrear: diabetes gestacional, trastornos hipertensos durante el embarazo y preeclampsia, entre otros.
En la literatura sobre la etapa perinatal existe un vacío de evidencia en cuanto a la relación entre el SOP y la salud mental perinatal, por lo que este fue el motivo principal por el que las autoras/es decidieron desarrollar la presente investigación. Se hipotetizó que las mujeres con SOP presentarían mayor prevalencia de trastornos mentales perinatales. En caso de que fuera cierta, también se pretendía analizar cuáles son los trastornos mentales más frecuentes en esta población, así como explorar la relación entre el SOP y los trastornos mentales perinatales.
En los resultados se pudo observar que en una muestra de 5239 mujeres con una edad media de 39,7 años, el 8,3% de ellas (436 mujeres) tenía el diagnóstico médico de SOP. Ambos grupos, el que reportó SOP y el que no, manifestaban nivel educacional, ocupación, estado civil, apoyo social y hábitos tóxicos similares.
Las mujeres con SOP tenían una prevalencia significativamente más elevada de alteraciones del estado de ánimo en la etapa perinatal que las que no padecían esta afección, quedando el SOP positivamente asociado a la depresión y ansiedad antenatales, pero no a las posnatales. Una explicación de este suceso puede que sea que las mujeres con SOP padecen mayor grado de estrés durante el embarazo, ya que el riesgo de tener complicaciones obstétricas es más elevado, así como la necesidad de recurrir a tratamiento de fertilidad.
También se observó que la infertilidad, los abortos involuntarios y los tratamientos de fertilidad son más comunes en las mujeres con SOP. Así mismo, las complicaciones obstétricas como la diabetes gestacional, los trastornos hipertensos durante el embarazo, el parto prematuro, la práctica de cesáreas, el bajo peso al nacer y la hospitalización del bebé en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN) estaban asociados al diagnóstico de SOP.
También hallaron un resultado inesperado: la presencia de trastornos mentales perinatales y el hecho de estar casada o tener una relación de pareja se asociaban asociados positivamente. Este fenómeno puede ser explicado por una relación de pareja de baja calidad, por lo que, en caso de que así se tratara, seguir con este tipo de relación sería un factor de riesgo para desarrollar trastornos mentales perinatales.
Las variables que se han evaluado en el estudio
Para determinar qué participantes se excluían del estudio se siguieron los siguientes criterios: ausencia de información sobre el estado del SOP, ausencia de historial de salud mental perinatal, ausencia de historial de paridad y las mujeres que nunca habían dado a luz.
Para poder determinar qué trastorno mental perinatal presentaban las mujeres de la muestra se tuvieron en cuenta variables como el diagnóstico de SOP, el IMC, el historial reproductivo (los datos de este se trataron como binarios, en función de si se habían recibido tratamientos de fertilidad o no), las complicaciones obstétricas, y el apoyo social, el cual fue categorizado como bajo si la puntuación era menor a 3, modero si la puntuación estaba entre 3 y 4, y alto si la puntuación era superior a 4. Esta última variable se evaluó mediante el cuestionario Medical Outcomes Study (MOS).