Prevalencia de depresión en mujeres con fístula obstétrica en países africanos de bajos ingresos
Una revisión sistemática realizada en Etiopía pone de manifiesto que la prevalencia de depresión en mujeres con fístula obstétrica en países africanos de bajos ingresos es elevada, por lo que es muy necesaria la implementación de tareas de cribado y estrategias para el manejo de la depresión en esta población.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la fístula obstétrica como un orificio entre el canal de parto y la vejiga, causado por un parto obstruido y prolongado y que tiene como consecuencia incontinencia urinaria. Una revisión sistemática realizada en el año 2013 reportó que en países con ingresos medios la prevalencia de mujeres con fístula obstétrica era menor a 1 de cada 1000 mujeres en edad reproductiva, mientras que en países con bajos ingresos la prevalencia ascendía a 1,57 por cada 1000 mujeres.
La fístula obstétrica se considera una afección médica grave y las consecuencias que se derivan de ella no son solo a nivel físico, sino que también tienen un gran impacto a nivel psicosocial. Las complicaciones físicas más comunes que conlleva esta enfermedad son la incontinencia urinaria y/o fecal, mientras que a nivel psicosocial prevalecen la pérdida de control sobre el propio cuerpo, alteraciones de los vínculos sociales y familiares, afectación sobre la relación marital y problemas de salud mental.
Poniendo énfasis en los problemas de salud mental que esta afección acarrea, la depresión es la más relevante, ya que diversos estudios han determinado que en países africanos de bajos ingresos, como Etiopía, la sintomatología depresiva puede llegar a afectar al 58% de mujeres con fístula obstétrica. Otro estudio, realizado un año más tarde, encontró que el 97% de las mujeres con esta problemática reportaban bajo estado de ánimo, anhedonia, desesperanza y pensamientos recurrentes de muerte o suicidio.
Dada la literatura existente, las autoras de la revisión sistemática se propusieron reunir los datos disponibles para poder desarrollar recomendaciones acerca del abordaje y tratamiento de los síntomas depresivos en esta población.
Los hallazgos
La revisión de la evidencia pone de manifiesto que la prevalencia de depresión en mujeres con fístula obstétrica en países africanos de bajos ingresos es más elevada que la prevalencia de depresión en la población general a nivel mundial (56,2% vs. 4,4%). La explicación a esta cifra podría recaer en que las mujeres con fístula obstétrica presentan tasas mucho más elevadas de incontinencia urinaria, hecho que genera un estigma social que frecuentemente queda asociado a la discriminación, lo que aumenta la prevalencia de estados depresivos. Además, es necesario tener en cuenta el bajo apoyo percibido, el cual agrava la situación pre-existente.
De manera más específica se pudo observar que la prevalencia de depresión en mujeres con fístula obstétrica es mucho más elevada en Etiopía (74,4%) y Kenya (72,9%) cuando se compara con otros países como Malawi (46%), Sudán (41%) o Nigeria (34,8%). Estas diferencias pueden ser explicadas por el número de estudios realizados en cada país, ya que esto puede influir en la sobre infraestimación de casos. No obstante, otra hipótesis explicativa que según las autoras debe ser tenida en cuenta, son las diferencias culturales existentes entre los países incluidos en el estudio.
Otro argumento a favor de que la prevalencia de depresión en mujeres con fístula obstétrica sea alta, es la diferencia de prevalencias cuando este grupo se compara con mujeres que no están afectadas por esta enfermedad. Por ejemplo, en Kenya la prevalencia de depresión en la población general de mujeres es del 39%. Asimismo no se deben olvidar los factores psicosociales que hacen que las mujeres con fístula obstétrica sean más propensas a desarrollar depresión, como son la desesperanza y la pérdida del rol de mujer, esposa o pareja.
A modo de limitación es necesario tener en cuenta qué herramientas han sido utilizadas para evaluar los síntomas depresivos, ya que de acuerdo con lo analizado en esta revisión sistemática, el Beck Depression Inventory (BDI) proporciona una prevalencia de depresión más alta que la que ofrecen otros instrumentos como el Patient Health Questionnaire (PHQ-9) o la Hamilton Depression Rating Scale (HDRS).
En conclusión, la evidencia disponible pone de manifiesto la necesidad de implementar tareas de cribado y estrategias terapéuticas para el manejo de la depresión en esta población.