El embarazo como un período de vulnerabilidad al trauma: cambios persistentes en la función inmune

// Salud Mental Perinatal
Un equipo de investigadoras/es de la University of California San Francisco plantean que la primera infancia no es el único período sensible para los cambios en el sistema inmunológico a partir de la exposición a un evento traumático, sino que el embarazo también lo es después de sufrir violencia interpersonal.

La evidencia existente ha puesto de manifiesto que la exposición a eventos adversos, especialmente a aquellos que ocurren durante períodos de sensibilidad del desarrollo inmunológico, se asocian con peores resultados de salud, incluyendo un mayor riesgo para el desarrollo de enfermedades psiquiátricas, neurodegenerativas e incluso de muerte prematura. La inflamación parece ser la vía principal mediante la que la exposición a la adversidad aumenta la vulnerabilidad a la posterior aparición de enfermedades. Al mismo tiempo que es sabido que la infancia temprana es un período de mayor vulnerabilidad a los eventos adversos, se sabe menos sobre qué etapas de la edad adulta pueden estar asociadas a una mayor susceptibilidad a la adversidad en términos de resultados sobre el estado de salud.

A causa de los cambios drásticos que se dan en el sistema inmunológico durante el embarazo, se ha hipotetizado que el embarazo puede constituir un período de mayor vulnerabilidad a la adversidad. Esta hipótesis ha llevado a las/os investigadoras/es a preguntarse cómo afecta el trauma a la función inmunológica en las mujeres y cómo se pueden estudiar estos cambios en la función inmunológica mediante biomarcadores para reconocer y gestionar la exposición al trauma en la atención psiquiátrica.

Un estudio reciente llevado a cabo por investigadoras/es del Departamento de Psiquiatría de la University of California San Francisco (UCSF) evaluó si los informes retrospectivos de exposición a la adversidad durante la infancia temprana o el embarazo se asociaban con marcadores de inflamación. Las participantes del estudio se extrajeron de una cohorte de mujeres de bajos ingresos y de diversidad étnica (N=53) que buscaban una terapia familiar para el abordaje del trauma después de haber estado expuestas a violencia interpersonal. Las/os investigadoras/es llevaron a cabo entrevistas con las participantes para recabar información sobre eventos adversos tempranos (exposición a una experiencia traumática antes de los 5 años), adversidades experimentadas durante el embarazo y todos los eventos adversos vividos a lo largo de la vida.

Para estudiar estas variables en relación a la función inmunológica, las/os investigadoras/es utilizaron analizaron diferentes marcadores de reactividad inflamatoria. La variable resultado principal fue el fenotipo inmunogenómico (ratio M1/M2, que refleja el incremento relativo de la expresión de genes proinflamatorios “M1-like” vs. antiinflamatorios e inmunoreguladores “M2-like”. Para evaluar su sensibilidad y especificidad, se comparó la expresion de genes M1/M2 con otro fenotipo inmunosupresor asociado a macróofagos ya validado (tolerancia a endotoxina) y con los niveles de citoquinas preinflamatorias y antiinflamatorias.Después de controlar las variables socioeconómicas, demográficas y psicopatológicas, el estudio indica que el haber experimentado un mayor número de adversidades psicosociales en edades tempranas, así como durante el embarazo, se asocia con una mayor ratio de expresión génica M1/M2, mientras que una mayor presencia de adversidad a lo largo de la vida se asocia con una menor expresión de genes inmunosupresores.

Los hallazgos de este estudio sugieren nuevos biomarcadores para identificar la exposición a la adversidad y así tener la posibilidad de hacer diagnósticos más precisos, así como opciones de tratamiento para mujeres que han experimentado violencia interpersonal. Mientras que la evidencia existente solamente identifica la infancia temprana como una ventana sensible para el desarrollo inmunológico, este estudio describe al embarazo como otro período sensible para el desarrollo inmunológico. Durante estos períodos de sensibilidad, la exposición a eventos adversos puede conducir a cambios permanentes que incrementan el riesgo de tener un peor estado de salud.

A modo de conclusión, dado que la exposición a la violencia interpersonal tanto en la infancia temprana como en el embarazo puede suponer un riesgo a largo plazo para un peor estado de salud, las/os investigadoras/es indican la necesidad de seguir estudiando este fenómeno para identificar un fenotipo más sólido que permita conocer el impacto de la adversidad durante estos períodos de mayor sensibilidad a la adversidad a lo largo de la vida de la mujer.

Enlace utilizado para la elaboración de esta noticia:

Aschbacher, K., Hagan, M., Steine, I. M., Rivera, L., Cole, S., Baccarella, A., Epel, E. S., Lieberman, A., & Bush, N. R. (2021). Adversity in early life and pregnancy are immunologically distinct from total life adversity: macrophage-associated phenotypes in women exposed to interpersonal violence. Translational psychiatry, 11(1), 391. https://doi.org/10.1038/s41398-021-01498-1

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