Las gestantes con depresión, ansiedad y experiencias traumáticas consumen más cannabis

// Salud Mental Perinatal
La presencia de trastornos de ansiedad, trastornos depresivos, experiencias traumáticas (incluida la violencia de género) y un nivel socioeconómico bajo se asocia a un mayor consumo de cannabis durante la gestación, según lo reportado por un estudio reciente publicado en la revista JAMA Network Open. Además, a medida que aumenta la gravedad de los síntomas depresivos, también lo hace el consumo de cannabis.

A pesar de que las tasas de consumo de tabaco y alcohol durante el embarazo están disminuyendo, el uso de cannabis durante este período vital sigue siendo elevado. Diversos estudios cualitativos sugieren que las gestantes que consumen cannabis lo hacen con la finalidad de gestionar un amplio rango de síntomas psicológicos, incluyendo la ansiedad y la depresión. No obstante, se desconoce si el consumo de cannabis es más frecuente entre embarazadas con enfermedades psiquiátricas o entre mujeres que tienen una historia de experiencias traumáticas.

En un estudio reciente, se utilizaron los datos del sistema sanitario Kaiser Permanente Northern California (KPNC) (EE. UU) para examinar la asociación entre el consumo de cannabis durante la gestación y el diagnóstico de depresión, ansiedad o trauma.

Las gestantes que entre los años 2012 y 2017 dieron a luz a un bebé sano en el sistema sanitario KPNC completaron una batería de cuestionarios sobre el consumo prenatal de substancias y se les cursó un control de tóxicos en orina en su primera visita prenatal (aproximadamente a las 8 semanas de embarazo), como parte de rutina de atención prenatal. De las 2019.071 gestantes incluidas en el análisis inicial se excluyó al 10%, bien sea porque no aportaron datos sobre su último período menstrual, porque no pasaron por la prueba de toxicología en orina o porque no contestaron los cuestionarios sobre el consumo de cannabis.

Los diagnósticos de trastornos depresivos, ansiosos y trauma durante el embarazo se realizaron mediante el sistema de clasificación de la CIE-10, los síntomas de depresión se autoreportaron con el Patient Health Questionnaire-9 (PHQ-9) y, también en la primera visita, se evaluó la presencia de violencia de género.

De las 196.022 gestantes que se incluyeron finalmente en el estudio, 11.681 (6%) dieron positivo para el consumo de cannabis prenatal. Entre las embarazadas que consumieron cannabis durante el embarazo, en comparación con las que no, había más menores de 25 años (42% vs. 13,3%), más mujeres de origen afro-americano (19,7% vs. 4,4%) o hispano (31,3% vs. 27,7%) y tenían menos ingresos anuales. Además, las consumidoras de cannabis prenatal también eran más propensas que las que no consumieron a padecer trastornos de ansiedad (8,3% vs. 4,7%), a presentar trastornos depresivos (10,6% vs. 4,3%), a presentar síntomas depresivos (leves, 32,2% vs. 24,5%; moderados, 13,3% vs. 7%; y moderados-severos, 8,3% vs. 3,3%), a tener un diagnóstico de trauma (8,3% vs. 2%) y a reportar haber sido víctima de violencia de género (4,4% vs. 1,8%).

Los resultados del estudio muestran que el consumo de cannabis prenatal se daba más en mujeres con algún tipo de diagnóstico psiquiátrico o trauma, en comparación con las mujeres que no reportaron ningún tipo de diagnóstico psiquiátrico o trauma. Las que consumían más cannabis, también tenían más trastornos de ansiedad, depresivos, habían pasado por más experiencia traumáticas o presentaban tasas más elevadas de violencia de género. Del mismo modo, el consumo de cannabis también augmentó a medida que aumentaba la severidad de los síntomas depresivos, eso es, a mayor gravedad de los síntomas, más consumo de cannabis.

Una de las limitaciones más relevantes del estudio es que alrededor del 10% de las participantes no proporcionaron datos sobre el consumo de cannabis durante el embarazo. El estudio se desarrolló entre los años 2012 y 2017, período de tiempo durante el cual se legalizó el uso de cannabis recreacional en California. Es razonable pensar que la prevalencia del uso de cannabis puede haber sido infraestimada en este estudio, puesto que las mujeres con consumo de cannabis u otras sustancias pueden haber decidido no reportar dicho consumo por miedo a la evaluación negativa o a las consecuencias legales. También es posible que la prevalencia sea menor porque había mujeres que seguían consumiendo cannabis sin saber que ya estaban embarazadas.

A pesar de que el estudio tiene diversas limitaciones, los hallazgos son llamativos. Se puede inferir que la presencia de enfermedades psiquiátricas o experiencias traumáticas está relacionada con un mayor consumo de cannabis durante el embarazo. No obstante coexisten múltiples factores que se asocian con peores resultados durante el embrazo, incluyendo la enfermedad psiquiátrica, el trauma (incluyendo la violencia de género), el cannabis y el nivel socioeconómico bajo.

Material utilizado para la elaboración de la noticia:

Young-Wolff, K.C., Sarovar, V., Tucker, L., et al. (2020). Association of Depression, Anxiety, and Trauma With Cannabis Use During PregnancyJAMA Netw Open., 3(2), e1921333. doi:10.1001/jamanetworkopen.2019.21333

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