Evolución de la autodeclaración del consumo de cannabis, tabaco, alcohol y cocaína en embarazadas durante 2013 y 2016 en Montevideo
Un estudio llevado a cabo por profesionales del Centro Hospitalario Pereira Rossell de Montevideo (Uruguay), muestra que en el contexto de regulación de la producción y comercialización de cannabis psicoactivo se ha dado un incremento en la autodeclaración del consumo de esta sustancia, así como de alcohol y de tabaco en mujeres antes y durante la gestación.
Uruguay es el primer país en modificar la legislación sobre el consumo recreativo de cannabis mediante la ley 19.172, la cual otorga al estado la potestad de regular la producción y comercialización, al mismo tiempo que se permite la plantación, el cultivo y la venta de cannabis psicoactivo, siempre bajo la supervisión de los organismos reguladores del estado uruguayo.
El consumo de sustancias de uso recreativo legales e ilegales durante la gestación puede producir efectos negativos sobre la salud materna y fetal, por lo que resulta de gran importancia conocer las características de consumo tanto de la población general como de las embarazadas y puérperas. Según los últimos datos de la Junta Nacional de Drogas de Uruguay, el 62,2% de las mujeres uruguayas de entre 26 y 35 años han consumido bebidas alcohólicas durante el último año, franja que coincide con la edad sexual reproductiva de la mujer. El consumo continuado de alcohol durante el embarazo incrementa el riesgo de aparición del Síndrome Alcohólico Fetal (SAF), que se caracteriza por alteraciones en el desarrollo persistentes a lo largo de la vida.
En concreto, acerca del consumo de tabaco se observa que actualmente el 24,9% de las mujeres uruguayas siguen siendo fumadoras, a pesar de la implementación de leyes anti-tabaco para reducir la prevalencia del consumo de esta sustancia. Igualmente, se ha comprobado que el consumo recreativo de cannabis es un fenómeno que cada vez está más extendido. No obstante, cabe recordar que el consumo de cannabis durante la gestación puede aumentar el riesgo de padecer anemia en la mujer y la probabilidad de ingreso del recién nacido en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN). Por último, el uso de cocaína y sus derivados durante la gestación tienen una importante repercusión sobre la salud materno-fetal, pudiendo provocar la aparición de hipertensión materna, vasoconstricción y disminución del flujo uterino, lo que disminuye la aportación de oxígeno y nutrientes al feto.
Según estos datos, los autores del estudio se plantearon evaluar las prevalencias auto-declaradas del consumo de cannabis, tabaco, alcohol y derivados de la cocaína durante el embarazo, así como su evolución temporal para los años 2013 y 2016.
Diseño del estudio y reclutamiento de la muestra
Se trata de un estudio descriptivo, transversal y analítico que se ha desarrollado durante dos períodos temporales diferentes; el primero en 2013 y el segundo en 2016. El estudio contó con un total de 577 mujeres que dieron a luz y pasaron el puerperio inmediato en el Centro Hospitalario Pereira Rossell (CHPR) de Montevideo (Uruguay). Para poder evaluar los cambios en la auto-declaración del consumo de sustancia tóxicas se diseñó un cuestionario que incluía los siguientes parámetros: nivel sociodemográfico, años de educación formal, datos del embarazo y del parto, datos del recién nacido, y consumo de sustancia tóxicas antes y durante la gestación.
Los resultados
Los hallazgos pusieron de manifiesto que en el año 2013 el 23,82% de mujeres siguieron consumiendo alcohol durante el embarazo, mientras que en 2016 la cifra fue del 35,3%, lo que supone un aumento significativo del consumo durante esta etapa. En cuanto al consumo de tabaco, en 2013 la tasa de abandono de dicha sustancia en el inicio del embarazo fue del 43%, la cual se elevó hasta el 60% en el 2016. La autodeclaración sobre el consumo de cannabis durante la gestación también ha aumentado significativamente, ya que en 2013 fue del 1,57% y en 2016 del 10,85%. Respecto al consumo hasta el inicio del embarazo, en 2013 la cifra asciende al 12,85% de las mujeres, mientras que en 2016 fue el 30%. Por último, la autodeclaración sobre el consumo de cocaína antes y durante la gestación no cambió de manera significativa entre 2013 y 2016.
El incremento en la tasa de abandono del consumo de tabaco se podría explicar por la motivación que supone el estado de embarazo para el abandono de dicha conducta, sumado al impacto de la campaña nacional antitabaco. No obstante, la literatura existente evidencia que hasta un tercio de las mujeres que no fumaron durante el embarazo, sí lo hicieron durante el puerperio, por lo que se hace patente la necesidad de implementar intervenciones a lo largo del tiempo para alcanzar cambios permanentes en los hábitos de consumo. También resulta destacable el aumento en la tasa de gestantes que consumen bebidas alcohólicas, el cual podría ser explicado por el efecto de complementación, en donde las políticas más liberales de consumo de cannabis producen un efecto complementario del consumo de alcohol. Pese al nuevo ambiente de tolerancia social y legal hacia el cannabis, resulta difícil saber si el aumento del consumo de esta sustancia se debe a esta nueva regulación.