¿Cómo debemos cuidar a una mujer cuando ha dado a luz?

// Depresión posparto
El apoyo de familiares y amigos es la mejor herramienta para cuidar la salud mental de la madre durante el posparto, ya que el estrés percibido en este período va a ser menor, y su estado de ánimo y autoeficacia ante la crianza van a ser los deseables.

Durante el embarazo es muy frecuente que amigos y familiares de la mujer le presten su apoyo y ayuda en todas aquellas tareas que, dadas las circunstancias, a ella le puedan resultar más costosas, como el cuidado de los niños en caso de tener hijos mayores al que está en camino. Pero… ¿qué pasa con toda esta atención hacia la madre una vez que ha dado a luz? Lo cierto es que los cuidados, antes dirigidos a la madre, ahora se focalizan exclusivamente en el bebé.

En el contexto del posparto, la progenitora puede llegar a experimentar estados de tristeza, soledad, desesperanza, inseguridad, llanto, etc., los cuales son totalmente normales, ya que se trata de un momento muy estresante y que forma parte de un proceso adaptativo. Sin embargo, si este estado se alarga más de 3 semanas, es necesario contactar con un especialista en salud mental, ya que puede derivar en una situación preocupante y de riesgo; según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 1 de cada 6 mujeres sufren depresión posparto (DPP).

¿Cómo podemos ayudar a una mujer que acaba de tener un bebé?

Hay mucho qué hacer y que está en nuestras manos. La madre va a estar totalmente dedicada al cuidado de su hijo/a, ya que es ella quien mejor lo puede hacer, por lo tanto, son los familiares y amigos quienes deben volcarse en ella.

En primer lugar, identificar cuáles son las necesidades de la madre y planificar acciones para satisfacerlas, resultará fundamental para reducir su estrés percibido y la carga de trabajo; de este modo, va a estar mucho más descansada y, el cuidado que pueda proyectar sobre el bebé, va a ser de mayor calidad.

En segundo lugar, del mismo modo en que el parto es planificado, el posparto también debe ser planificado. En este sentido hay dos puntos clave: por un lado, saber qué personas pueden ayudar más y mejor en determinadas tareas, y, por otro lado, planificar el posparto más allá de los primeros 40 días. La cuarentena es un período de tiempo que, por lo general, pasa muy rápido dados todos los cambios que suceden en muy poco tiempo, como asimilar el rol de madre.

Merece especial atención el momento en el que finaliza la baja de paternidad y la mujer se queda sola en casa con el bebé. El sentimiento de soledad que puede envolver a la nueva madre resulta difícil de manejar, por lo que resulta imprescindible disponer de figuras de apoyo que contribuyan a disminuir la carga de trabajo; el papel de estos soportes favorecerá el aumento de la competencia como madre.

En definitiva, el círculo más cercano a la madre, debe estar al tanto de su salud mental y, si el caso lo requiere, facilitar su acceso a un profesional de la salud mental; esta actitud contribuirá a detectar, abordar y prevenir prematuramente cualquier alteración del estado emocional en esta etapa de la vida.

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