La ONU dictamina que en España se comete Violencia Obstétrica
En estos días hemos tenido conocimiento del dictamen del Comité para la eliminación de la discriminación de la mujer (CEDAW) de la ONU, en el cual se concluye que una ciudadana española ha sido sometida a Violencia Obstétrica. Una vez más, la Asociación Española de Psicología Perinatal (AEPP) y la Sociedad Marcé Española de Salud Mental Perinatal (MARES) desea visibilizar este grave problema, apoyar a las víctimas y reivindicar que se tomen medidas para su erradicación
Esta no es la primera vez que dicho Comité se pronuncia en torno a las malas prácticas en cuanto a la atención al parto y nacimiento en nuestro país; ya en el año 2020 respondieron a la queja de otra mujer afectada en nuestro país, considerando que había sido víctima de violencia obstétrica. Se trata de casos en los que ambas mujeres se han visto sometidas a tratos degradantes, sin información y con la realización de prácticas médicas no justificadas, para las cuales no se ha recabado su consentimiento expreso.
En el caso que hoy nos ocupa, la mujer (N.A.E.) acudió por rotura de membranas en la SG 38, momento en que se le induce el parto sin haber tenido en cuenta el tiempo necesario para el inicio espontáneo del mismo; comenzando una serie de intervenciones sin informarle ni recabar su consentimiento; sometiéndola a múltiples tactos vaginales y terminando en una cesárea sin indicación médica, la cual fue realizada por residentes supervisados, y que finalizó en una separación de su bebé. Esta cascada de intervenciones desencadenó en la afectada un cuadro de Estrés Postraumático diagnosticado en atención primaria y que ha precisado intervención. Aunque en nuestro país este caso fue llevado a los tribunales, la respuesta de los mismos estuvo cargada de estereotipos de género (según explica el dictamen de la OMS) no sustentada en un conocimiento real de esta situación, llegando a afirmarse que el daño psicológico se refiere a una cuestión de percepción de la madre.
Como hemos indicado, no es la primera vez que la OMS se pronuncia respecto a las prácticas en la atención al parto y nacimiento en nuestro país. Un anterior dictamen, el segundo citado en este texto, señala que S.M.F., encontrándose en su SG 39, acudió al hospital donde fue sometida a múltiples intervenciones que concluyeron en una separación de su hija durante un total de 7 días.
A pesar de la gravedad de los hechos y el sufrimiento generado en estas mujeres, los dictámenes emitidos por el CEDAW son un claro avance en el reconocimiento de los derechos (y la violación de los mismos) de las mujeres y sus hijos en la etapa perinatal, y deben invitar a la reflexión y diálogo de los agentes implicados, pues hablamos de un tipo de violencia que derivará en importantes consecuencias físicas y psicológicas en las mujeres.
La Violencia Obstétrica se define como cualquier conducta, por acción u omisión, realizadas por profesionales de la salud y que afectan al cuerpo y los procesos reproductivos de las mujeres, como el trato deshumanizado, la medicalización injustificada y la patologización de procesos que son naturales. Incide en los procesos de salud sexual y reproductiva, siendo física, psicológica, verbal, institucional y simbólica. No hablamos de un término nuevo, aunque si más presente en nuestra sociedad gracias a la voz de las mujeres y profesionales implicadas.
El CEDAW, además de reconocer y dar voz a estas mujeres, y de afirmar la existencia de este tipo de Violencia y sus consecuencias, ha instado a nuestro país a reparar daños físicos y psicológicos sufridos por N.A.E; y a los estados miembros, incluyendo a España, a respetar la autonomía de las mujeres en sus procesos de salud sexual y reproductiva (aspectos recogidos en la ley de autonomía del paciente, entre otros), así como a proporcionar a las/los profesionales sanitarios de una formación adecuada, basada en la evidencia, en cuanto a los derechos de la salud sexual y reproductiva de la mujer, buenas prácticas y respeto.
Finalmente una cuestión primordial también citada en este dictamen, es la urgencia de formar y capacitar a profesionales judiciales en torno a esta cuestión.
Una vez más, la Asociación Española de Psicología Perinatal (AEPP) y la Sociedad Marcé Española de Salud Mental Perinatal (MARES) desea visibilizar este grave problema, apoyar a las víctimas y reivindicar que se tomen medidas para su erradicación.
Enlaces relacionados:
España necesita combatir la violencia obstétrica, dicen expertos de la ONU | OHCHR
9789275321027_spa.pdf (paho.org)