El alcohol se secreta siempre a través de la leche materna y no se ha demostrado que exista ninguna cantidad segura para el lactante.
Los efectos del alcohol son altamente negativos para el bebé y la madre. De hecho, el consumo de alcohol durante el embarazo puede causar aborto espontáneo, muerte fetal y una variedad de discapacidades físicas, intelectuales y del comportamiento para toda la vida. Algunas de estas discapacidades se han etiquetado como Trastornos del Espectro Alcohólico Fetal (TEAF).
Además, no hay estudios que demuestren que la cerveza produzca una mayor cantidad de leche materna. Las cervezas 0.0 sin alcohol no llevan alcohol, pero pueden llevar un exceso de azúcar.
La única manera natural de estimular la lactancia materna es a través de la SUCCIÓN: cuanto más succione el bebé del pecho de la madre, más cantidad de leche se producirá. Tampoco se consideran seguros otros sistemas o productos presumiblemente "naturales" para aumentar la lactancia materna.
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